jueves, 18 de agosto de 2016

Lo que hoy pasa...



Es complejo explicar (se) cómo empiezan a ocurrir ciertas cosas, cosas buenas, cosas lindas sin duda, pero que en ocasiones parecieran ir más allá de uno, tomarlo a uno por sorpresa, enfrentarlo a novedades y retos que van apareciendo conforme uno avanza en la vida...

Y por supuesto, todo empieza por salir del confort de ciertas zonas donde uno podría permanecer mucho tiempo por son precisamente eso: remansos donde estar en calma, escalas que podrían parecer destino pero que no pueden serlo porque nada es destino y todo es camino, siempre y por siempre (claro, hasta que el nunca viene y da al traste con todo).

Y no porque el confort sea malo. Me parece válido elegirlo de vez en cuando, retraerse a sus espacios donde las cosas se estabilizan y puede uno establecerse y decir: "aquí está bien, aquí estoy bien". Para algunos eso es bueno, y es válido. Para otros tarde o temprano algo empieza como a no gustar, como a sonar a repetición que a fuerza de serlo de modo cotidiano termina por ser tedio. La repetición mecánica evita las complejidades de lo nuevo, pero también priva de esos instantes donde uno se encuentra consigo y no tiene ya parámetros para entender lo que ocurre.

Me gusta enfrentarme a esas irrupciones. Dejarlas pasar y sacudir cualquier estabilidad. Invitarlas a estremecer un poco y complicar otro poco más. Me pasa seguido. Tarde o temprano termina por pasar. Aquí pasa de nuevo. Aquí vuelve a pasar.

Sigamos con el registro de ello...



No hay comentarios:

Publicar un comentario