sábado, 31 de agosto de 2013

Novedad editorial: La experiencia del PAN en el Gobierno. Entrevistas



La experiencia del PAN en el Gobierno. Entrevistas reúne las principales charlas publicadas en la revista La Nación entre 2008 y 2012 con distintos miembros del gabinete federal, gobernadores, alcaldes, diputados y senadores, así como destacados académicos, líderes de opinión y analistas, acerca del trabajo del Partido Acción Nacional en el ejercicio del poder.

La entrevistas se clasifican en dos capítulos: el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, y se complementa con un epílogo que compila las crónicas de los Diálogos por la Seguridad que el Ejecutivo sostuvo con asociaciones y miembros de la sociedad. En el prólogo se hace un breve recuento del modo de trabajo del equipo de La Nación y de quienes se encargaron durante ese tiempo de hacer posible cada número.

A continuación se incluye el índice de los entrevistados y los temas abordados en cada entrevista.



ÍNDICE


La experiencia en el Poder Ejecutivo
           
-El reto de la política social: presentación del Programa Vivir  Mejor
 Ernesto Cordero

- Alianza por la calidad de la educación, una apuesta por la libertad
  Josefina Vázquez Mota

- Combate frontal al narcotráfico; legalización sin viabilidad
  Jorge Chabat

- Las FARC, en la parte final del fin
  Embajador Luis Camilo Osorio

- Bono demográfico, lecciones para México
  Elena Zúñiga / Priscila Vera Hernández  / Arie Hoekman

- 2009, año de menor crecimiento y de decisiones para un mejor rumbo
  Macario Schettino

- Posible recuperación mundial para 2010; México preparado
  Francisco Calderón Quintero

- Apuesta por una sustentabilidad ambiental
  Juan Elvira Quesada

- El crecimiento al que está llamado México: por vía de la reforma laboral
  Javier Lozano Alarcón

- Turismo: enfocar esfuerzos a mercados cercanos
  Rodolfo Elizondo Torres

- Tecnificación y cultura del agua: camino a la sustentabilidad
  José Luis Luege Tamargo

- Modernización para atender la nueva cara de la migración
  Cecilia Romero Castillo

- 75 aniversario del Fondo de Cultura Económica
  Joaquín Díez Canedo

- Apremia educación con calidad en México
  Lorenzo Gómez Morin Fuentes

- Sonora: gobierno humilde y con los pies en la tierra
  Guillermo Padrés Elías

- La democracia indispensable, un legado de Acción Nacional
  Alonso Lujambio

- Ciudad Juárez: violencia, causa de 80 años de abandono
  María Antonieta Pérez Reyes

- China y México: una experiencia diplomática
  Jorge Guajardo

- Puebla: gobierno humanista y participación ciudadana
  Eduardo Rivera Pérez

- Baja California Sur, triunfo histórico de Acción Nacional
  Marcos Covarrubias

- Participación ciudadana, apuesta en el combate a la corrupción
  Salvador Vega Casillas

- Impone Infonavit récord de vivienda en 10 años
  Víctor Borrás Setién

- XVI Juegos Panamericanos: ocasión para mostrar un México distinto
  Emilio González Márquez


La experiencia en el Poder Legislativo

- Ley de medios: competencia y libertad
  Javier Corral

- La seguridad nacional, responsabilidad de todos
  Jorge González Betancourt

- La defensa del derecho a la vida, auténtico bien común
  Rodrigo Guerra López

- Reforma a Pemex, triunfo de México
  Rubén Camarillo

- El PAN: pugna histórica por una democracia de ciudadanos
  Luis Carlos Ugalde

- IFE obligado a ir al fondo; televisoras sí violaron la ley
  José Woldenberg

- La reforma electoral, reto para partidos
  Jorge Alcocer Villanueva

- La política, una forma de solucionar los problemas nacionales
  Benito Nacif

- Voto en libertad, apuesta de Acción Nacional
  Antonio Lozano Gracia

- Apuesta Acción Nacional por la educación superior
  Jaime Oliva Ramírez

- Reforma fiscal, responsabilidad plena del Congreso de la Unión
  Julio Castellanos Ramírez

- Las acciones colectivas en México
  Felipe González  / Antonio Morales de la Peña

- Jóvenes, factor indispensable para transformar al país
  Francisco Landero

- IFAI, garante de los datos personales de los mexicanos
  Jacqueline Perschard

- Ley Federal de Protección de Datos Personales:
  un nuevo marco que garantiza la autodeterminación informativa
  Agustín Castilla Marroquín

- Ser ciudadanos, no sólo habitantes de un país
  Luis H. Álvarez

- Feminicidios en el Estado de México
  Laura Rojas / Karina Labastida

- Reforma política: empoderar a los ciudadanos
  José González Morfín


Epílogo

Diálogos por la Seguridad

Felipe Calderón Hinojosa

- Diálogos por la Seguridad: recuento de un llamado urgente

- Conclusiones del Diálogo por la Seguridad convocado por la Presidencia de la República

- Recuento del Diálogo del Ejecutivo con el Movimiento por la Paz

 

jueves, 22 de agosto de 2013

¿Cómo llegamos a donde hoy estamos?



Desde mediados de los años setenta, la llamada intelligentsia alzó la voz para advertir sobre una crisis inminente en la cultura occidental: un quiebre en los parámetros que durante varias décadas condujeron la vida social y que por esa época manifestó sus visos más claros y evidentes. ¿Qué hechos llevaron a que aquello de común entendido como artístico o estético, por ejemplo, ensanchara sus límites y saliera de las definiciones habituales? ¿Por qué de pronto lo que durante siglos fue entendido como bello trastocó las clasificaciones comunes hasta romper todos los moldes? ¿Cómo, cuándo, dónde y por qué motivos lo que se encuentra en un museo dejó de ser una experiencia estética para tornarse incluso su antítesis de repugnancia o indiferencia?

El colombiano Carlos Granés, en su libro El puño invisible. Arte, revolución y un siglo de cambios culturales (Taurus, 2011) busca responder a estas preguntas a través de un recorrido histórico que comienza en una calle de Zurich donde, a escasos metros de distancia, se gestaban dos de los movimientos que convulsionarían como pocas veces antes la historia de la humanidad. El primero, ideado y guiado por Lenin, buscaba un cambio radical en el modo que la economía, la política y la propia historia impactaban la vida de la gente; el segundo, con el rumano Tristan Tzara a la cabeza, intentó y logró sacudir las conciencias de su tiempo para abrir las fronteras del arte a la experiencia cotidiana.

Así, comunismo y dadaísmo veían la luz de una centuria y emprendían un camino que correría paralelo a lo largo del siglo XX hasta que, en 1989, la caída del muro de Berlín puso fin al trayecto utópico de las teorías de Lenin; no ocurrió lo mismo con dadá, cuyos preceptos y manifiestos llegan hasta nuestros días quizá de manera accidental, sin tener conciencia de ello, pero con la certeza de que esa semilla sembrada y que a la postre echó raíces en la conciencia sigue dando unos frutos torcidos, con los padecimientos del tiempo a cuestas pero en los que es posible aún hallar ese aire lúdico originario, irreverente, que extrae de lo más habitual un germen que puede llegar a considerarse arte.

El caso de Marcel Duchamp es icónico en ese sentido: desde el momento en que un urinal firmado fue exhibido como pieza de museo, las fronteras se rompieron para siempre. ¿Qué sigue a esa brecha y cómo superarla? Las vanguardias artísticas –los llamados “ismos”– fueron cada vez más lejos experimentando, trayendo los más recóndito hasta las galerías y los escenarios que de pronto se vieron llenas de objetos sin sentido: carne putrefacta, heces humanas, paredes vacías, lienzos en blanco… Una vez rotos los parámetros, los extremos y los puntos medios se confunden hasta sintetizarse en lo anárquico y los absurdo, abriendo paso a un presente en el que una obra vale más por lo que un crítico dice de ella que por lo que comunica al espectador. El arte dejó de ser una experiencia espontánea para ser racionalizado, explicado y justificado por la tendencia de moda, donde radica lo pasajero y no lo permanente que durante siglos fue la característica preponderante de lo comúnmente aceptado como “bello”.

El puño invisible explica cómo la supervivencia del dadaísmo originario es la derrota de nuestro tiempo, a lo largo de capítulos que viajan de Europa a Estados Unidos de manera cronológica, con los hechos de la historia contemporánea como un telón de fondo en el que el arte se anticipa a la vida, la modifica poco a poco en una erosión inevitable y drástica, donde conviven la música, la pintura, la escultura, los movimientos sociales, la educación, la utopía de la revolución social que termina en protesta vacía, los sentidos alterados, el “hiper individualismo” al que empujan las nuevas tecnologías y la libertad como bandera en la que se envuelven los nuevos héroes de la escena artística, estirándola hasta sus límites más indeseables, moldeándola a imagen y semejanza de un espectáculo de horario estelar que genera fortunas par artistas de ocasión y vale más por lo que cotiza que por lo que comunica. El triunfo de la forma sobre el fondo. El éxito arrollador de la ilusión de artificio sobre la profundidad de la idea. El camino fácil del estribillo pegajoso que hace llamar “artistas” a grupillos musicales coreando melodías bobas ante millones de adolescentes.

Para salir del bache, o para entenderlo, combatirlo y asumirlo como parte de nuestro tiempo, es necesario conocer su origen, sus caminos, sus reductos más osados y sus abismos más oscuros. Este libro de Granés es un buen comienzo para ello.