lunes, 19 de diciembre de 2011

Entrevista a Manuel Clouthier Carrillo




En 2009, La Nación entrevistó a Manuel Clouthier Carrillo, quien en ese entonces fue postulado por Acción Nacional como diputado para la LXI Legislatura. Desde entonces, el papel de Clouthier Carrillo ha sido destacado tanto en la tribuna como en el apoyo a las causas, los valores y principios que defiende el PAN desde la acción política.


A continuación, la entrevista:


La Nación: El PAN acude a esta elección, fiel a su tradición, con una Plataforma que refleja los intereses más apremiantes para las y los mexicanos. ¿Cuál considera los puntos más importantes de esta plataforma?


Manuel Clouthier Carrillo: Hay que partir de la circunstancia que vive el país. Vengo sosteniendo que el país atraviesa una crisis, no sólo de seguridad o económica sino una crisis apremiante, una crisis de tiempo. El país tiene prisa porque cincuenta por ciento de la población en México es menor de 25 años; esto nos condiciona, nos dice que el país tiene prisa porque en 25 años habrá que construir un México equivalente al actual, en una gran cantidad de satisfactores, un México equivalente al actual en materia de empleo, crear los empleos que demandan los jóvenes de hoy y que van a demandar a la luz de lo que se ha dado en llamar el bono demográfico.


En esta idea no se vale que los políticos no se pongan de acuerdo o pierdan el tiempo y no atiendan lo que es elemental para el país, que ya es un compromiso con estos mexicanos que ya nacieron, no estamos hablando de los mexicanos que van a nacer, finalmente son nuestros hijos con quienes tenemos este compromiso, y que cada minuto y cada día o año que pasa se van integrando y van demandando estas oportunidades a las que tienen derecho. La pregunta es si el PRI va a tener la capacidad de ofrecer las oportunidades que van a demandar.


En este contexto es importante resumir dos ideas: el país tiene prisa, y es importante quitarle el freno al desarrollo. Este país pareciera que vamos en una travesía, en un auto, en la que vamos muy despacio; es necesario quitarle el freno de mano, y hay un sinfín de acciones que se deben tomar. Entre otras, y de fondo, tendrá que ser de carácter educativo. Si se trata de crisis de seguridad, nos topamos con la educación, si es la crisis de empleo y económica, no topamos con la educación. 


La crisis que tomes, el asunto que quieras resolver, nos va a remitir a educación; esta es la gran deuda que tienen los gobiernos de Acción Nacional con el país. Yo entiendo que en la lógica del viejo régimen no se promovió una educación que ampliara las libertades, porque la cultura del viejo régimen fue fincada en el marco del control político; pero la tesis de Acción Nacional es libertadora, en simpatía con Amartya Sen, premio Nobel de Economía en 1998, que plantea que el desarrollo es la ampliación de las libertades, y que es ampliación es el medio para el desarrollo y al mismo tiempo el fin. Esta es la esencia que urge atender, hace falta empezar realmente a formar al pueblo mexicano que formará el nuevo México.


LN: Un mexicano que tenga una cultura nueva de valores democráticos.


MCC: Sin lugar a dudas, porque no podremos construir un nuevo México sin un nuevo mexicano. Con el México de antaño, con el “priista que todos llevamos dentro”, no podremos construir un nuevo México que traiga arraigo en la cultura del viejo régimen. Vivimos todavía en una transición, es un error decir que la transición ha terminado con la alternancia: la transición democrática del país tiene tres problemas, se ha prolongado demasiado, está estancada, y ha sido secuestrada por los partidos. Los avances que se han logrado en la transición democrática fueron promovidos por la sociedad, y hoy el freno son los partidos.


LN: ¿Cómo revertir esto?


MCC: Volviendo a lo básico, a la participación, a la presión ciudadana. Algunos quieren ver a mi padre como un gran héroe de la democracia, cuando fue un líder que aglutinó liderazgos que habían surgido de la ciudadanía en los ochenta, y que fueron capitalizados en 1988, pero ya existían esos liderazgos regionales. Hoy por hoy tenemos que volver a la participación ciudadana para que emerjan esos liderazgos regionales de nueva cuenta.


LN: ¿Qué papel deben jugar aquí las asociaciones intermedias, como fortalecerlas, en congruencia con las tesis de Acción Nacional?


MCC: Parte de lo que está urgiendo en esta transición es el fortalecimiento de las instituciones democráticas del país, entre otras, las instituciones encargadas de la vigilancia. Un ciudadano responsable, participativo, sería un ciudadano vigilante, y el pueblo gusta de irse a dormir, pero entonces necesitamos que los veladores no estén dormidos, o peor, a veces coludidos con el ladrón.

Los órganos encargados de la vigilancia en cualquier sociedad democrática son por excelencia los congresos. Hoy día, por su conformación, el Congreso federal ha empezado a ejercer una labor de vigilancia, pero en los congresos estatales hay un trecho inmenso que no está siendo cubierto, en los congresos estatales no hay vigilancia. Otro de los órganos encargados de la vigilancia deben ser los medios de comunicación, también aquí hay grandes carencias, pareciera que se había empezado a avanzar hacia ambientes de mayor libertad pero ahora hay estancamiento.


Finalmente, otro de los órganos encargados de la vigilancia deben ser las asociaciones intermedias, representativos de la sociedad e integrados por ciudadanos responsables que deben poseer valor civil, en México está urgiendo una gran dosis de valor civil en sus ciudadanos, en los estados la gente tiene miedo por el gran cacicazgo que han implementado muchos gobernadores que, al quitarse el yugo presidencial, empezaron a ejercer verdaderos cacicazgos en sus estados; esa gente con miedo ha optado por la omisión, por replegarse. Así como la democracia se conquistó desde nuestros gobiernos locales, hoy la democracia se pierde desde los gobiernos locales a través de alojar a la mafia en los gobiernos de los estados y de los ayuntamientos.


Hay que citar e Ian Bremer, en su libro La curva J, donde nos dice que cuando un proceso de transición se inicia forzosamente se tiene que recorrer un camino, que no hay atajos, por lo tanto hay una pérdida de estabilidad, y que los importante es irse consolidando en las instituciones democráticas para ir recuperando la estabilidad y terminar con una solidez. La parte delicada es esta, la salida tiene dos vertientes: o continúas tu transición o retrocedes de manera autoritaria. La transición mexicana está estancada y el riesgo de retrocesos autoritarios es real, no existe país latinoamericano que haya consolidado su democracia sin tener retrocesos autoritarios, y México pretende hacerlo sin retrocesos pero sin antecedentes democráticos, sin cultura democrática. En los 200 años de México independiente tuvimos a Santa Ana, luego a Juárez, a Díaz, y luego al PRI, el resto nos la pasamos peleando.


LN: Hablaba del tema educativo. ¿Cómo nos sacudimos desde la educación esta cultura de 70 años?

MCC: Es generacional, sin duda. Hoy por hoy, los jóvenes tienen clara la necesidad de que se les ofrezcan oportunidades. Que los jóvenes vean claramente que el pasado no ha tenido la capacidad de crear un México que ofrezca oportunidades. Este México en transición es joven, pero también pobre, y con estas dos condiciones habrá que transformar al país. Lo dice George Gilder, en su libro El espíritu de la libre empresa: no todas las sociedades producen empresarios, y por consecuencia, no todas las sociedades pueden lograr cambios saludables y rápidos. Los jóvenes tienen también la capacidad de ser generador de oportunidades, de crear; hay que desatar la energía creadora de la juventud para que, ante el miedo y la incertidumbre que significa una transición, no se evada ni se huya del reto, y el reto es educativo.

        También el reto será generar condiciones adecuadas en el país. Carlos Llanos y Fuentes, filósofo mexicano, de los mejores en mi opinión, sostiene que dirigir es educar, por eso tenemos que educar desde cualquier acción; por eso educamos en la familia, en la empresa, pero debemos educar también desde las acciones de gobierno. 


        El gobierno mexicano, sin importar el signo, ha querido administrar, ha querido dirigir, pero ha olvidado que dirigir es educar, y el gobierno educa cuando cobra impuestos justamente, cuando aplica la ley y la hace respetar, cuando sanciona al funcionario que hace mal uso de los recursos públicos y del poder, el gobierno está educando permanentemente con el ejemplo, pero desgraciadamente en México se ha maleducado desde el poder, y hoy por hoy este es otro de los grandes retos de Acción Nacional, educar desde la acción directiva, Felipe Calderón educa cuando ha decidido combatir al crimen organizado, pero va más allá.


LN: ¿Qué opina de las recientes leyes aprobadas en el Congreso sobre el tema de seguridad?

MCC: Estoy en un gran desacuerdo con esta idea que se acaba de plantear desde el Senado, la llamada ley de narcomenudeo. Vengo de un estado con problemas severos con el narcotráfico, y difiero de lo que se acaba de aprobar porque si se ha fortalecido a los gobernadores y que han constituido cacicazgos, con esta nueva facultad los estás empoderando más para lograr y consolidar su asociación con el crimen organizado. Este es un acto perverso de los gobernadores y que en una buena intención pareciera correcto, pero si no tiene otro contrabalance adecuado será para fortalecer a los estados donde ya hay una alianza con el crimen organizado.

El contrapeso tendría que ser, primero, el gobierno federal no debe desentenderse en ningún momento de la responsabilidad; segundo, las penas contra los funcionarios que se coludan con el narcotráfico, penas muy severas para la autoridad, porque no existe crimen organizado sin apoyo institucional. He escuchado muchas veces que no existe crimen organizado sin base social, pero yo parto de que no existe crimen organizado sin apoyo institucional. Un ejemplo: mi padre fue fundador del Tec de Monterrey en Sinaloa, como un mecanismo para que el sinaloense tuviera otra visión y ayudara a transformar.

 Hoy por hoy, si un hijo mío me dijera que quiere estudiar en el Tec de Sinaloa, no lo permitiría, porque el Tec reforma su sistema y ahora no hay mesabancos sino meses de trabajo, equipos de siete, que trabajarán juntos a lo largo del semestre, en la escuela o en la casa. Pero en Culiacán hay una gran cantidad de hijos de narcos en el Tec de Monterrey, y corro el riesgo de que mi hijo tenga que ir a hacer un trabajo a casa de un narco, o que un hijo de narco venga a mi casa. En ese ambiente, quién hizo mal, ¿el Tec, mi padre, los muchachos, los hijos de narcos, o la autoridad que permite que está gente siga andando por la calle como si tuviera un modo honesto de vida?

En Sinaloa estamos cansados, pedimos en un grito desesperado que se ataque con más fuerza en nuestra tierra, pero no sólo la policial, que es el que se está haciendo. Hay otras vertientes: el ámbito de la corrupción porque queremos quitarle el apoyo institucional al crimen organizado; el ámbito educativo, que se está tratando ya en las primarias, pero no sólo a las drogas, sino a las drogas en todas sus formas, la violencia que generan, el consumo, el tráfico, el lavado de dinero. Finalmente, ya lo decía, 50% de la población en México es menor de 25 años, y hay que trabajar también en la economía, porque si no les ofrecemos las oportunidades a estos jóvenes, o se van a evadir, o van a actuar, pero será el crimen organizado, las drogas, el que les ofrezca satisfactores, y entonces, seremos nosotros quienes mandemos a los jóvenes a ese mundo


LN: ¿Cómo orientar el tema del empleo, cómo aprovechamos el bono demográfico en un entorno de crisis desde el ámbito laboral?


MCC: Antes de la reforma laboral hay otras más urgentes. Una reforma fiscal, para empezar, que eduque, y uno de los elementos más educadores son los impuestos. Si nos empiezan a cobrar más impuestos los mexicanos nos vamos a volver más exigentes, y con esto ya ganamos. Por otro lado, debe ser una reforma fiscal promotora más que fiscalizadora, hay que generar una cultura de pago a través del cobro. El predial tiene un bajo nivel de recaudación, pero es excelente para educar, porque quien paga es quien ya tiene un patrimonio.

Hay otro tema en materia fiscal que se ha atendido poco, y que yo llamo “la otra fiscalización”, no la del gobierno al ciudadano sino la del ciudadano al gobierno, no puede haber recaudación si no va acompañada de rendición transparente, honesta y eficiente de cuentas. Y ahí actualmente no hay justicia. Si un patrón no declara el IVA va a la cárcel, pero si un funcionario hace mal uso de los recursos, queda solamente inhabilitado, y debe ser al revés: a mayor autoridad, mayor responsabilidad. El funcionario debe pagar penas mayores. Por otra parte, hoy hay una gran cantidad de cosas que frenan el desarrollo y que sería sencillo solucionar. 


Por ejemplo, es increíble que a estas alturas del siglo XXI exista la limitante de que un extranjero no puede comprar propiedades en México, esto genera una gran desconfianza, y posibilitar esto generaría un detonador.


La reforma laboral es importante. Hay que dejar el paternalismo que nos inyectó el viejo régimen; no puede existir una cultura de excelencia sin exigencia, sin criterio depurador, donde se queden los mejores y queden fuera los que no quieren. Debemos ser más exigentes. Por otra parte, los sindicatos, no pueden seguir siendo una caja negra y mucho menos instrumentos de lavado de dinero; la ley establece que el dinero que entra al sindicato no será fiscalizado, eso es lavar dinero. Tampoco es posible que la gente no tenga libertad de afiliación, y mucho menos que el trabajador sea automáticamente afiliado a un partido político. 


No es posible que el empleador no pueda contratar de manera temporal, flexible, con criterios de medios tiempos, de que alguien pueda trabajar desde su casa; si queremos crear empresas familiarmente responsable, podría plantearse que la madre pueda trabajar desde su casa, cumpliendo con objetivos formales pero que a su vez pueda atender a sus hijos.

Se nos olvida que hay muchos Méxicos, y la reforma laboral debe flexibilizar el empleo, va a haber una demanda impresionante de empleo, y hay que abrir y flexibilizar oportunidades para el empleo.


LN: ¿Cuál considera la principal fortaleza de Acción Nacional en estas elecciones?

MCC: El liderazgo del Presidente Calderón en lo que respecta al crimen organizado está siendo valorado por la ciudadanía. También frente a la crisis sanitaria ha demostrado ser una autoridad responsable, porque el problema de muchos políticos hoy es el populismo, pero un populismo con ideología sino el populismo como una actitud de eludir la responsabilidad y querer ganarse la simpatía.


En ese sentido, también hay populismo de derecha, quien quiera gobernar con encuestas exclusivamente se empieza a convertir en populista porque entonces quiere hacer lo que la gente quiere oír y no lo que él debe hacer. Los padres de familia a veces tenemos que ser poco populares con nuestros hijos, porque tenemos que actuar por el bien de ellos. 


Los mexicanos no elegimos a nuestro gobernantes para que fueran reinas de la simpatía, y aquí parafraseo a Margaret Tatcher, que fincó su gobierno en cuatro enunciados: 1) que cada inglés se haga responsable de sus decisiones y deje de culpar al gobierno; 2) que cada inglés se haga responsable de su familia; 3) el gobierno inglés será responsable del manejo de sus finanzas y de la macroeconomía de cara a ofrecer estabilidad; y 4) no me temblará la mano para tomar las decisiones que tenga que tomar al margen de las consecuencias políticas que se generen.


Hoy día, los gobernantes en México toman decisiones en función de las consecuencias políticas secundarias y dejan de hacer lo primario.


LN: Como hijo de uno de los principales líderes de Acción Nacional, ¿cuál considera es el legado, el ejemplo de esos grandes nombres del pasado?

MCC: No debemos perder los principios, ese es el reto, no porque lleguemos al poder olvidemos los principios. Algunos quieren escudarse en la realpolitik para dejar de gobernar con principios. El sueño era llegar al poder para cambiar las cosas y gobernar con principios, esto es lo que tenemos que tener permanentemente en la memoria de estos hombres, que ellos lucharon con principios y por principios. No debe olvidarse que gobernar significa hacerlo con principios. 


          Dirigir no está peleado con la ética, dirigir es educar. Si entendemos esta idea y conocemos los principios, se dará de manera natural que la acción de gobierno no sólo estará enmarcada en la eficiencia y la efectividad, sino en los principios. Carlos Soria nos dice que la primera exigencia ética del periodismo es la calidad; y aquí también, la primera exigencia ética es la calidad, que los servicios que da el gobierno son de calidad.


En Acción Nacional hablamos del cambio, pero el cambio debe sentirse; por ejemplo, el seguro social. Desde el punto administrativo es bueno que salgan las cuentas, pero esto al derechohabiente no le interesa cuando el servicio sigue siendo malo. En un buen servicio es donde será notorio el cambio. El criterio es muy sencillo: ¿cómo te gustaría que te trataran si estuvieras ahí?


LN: ¿Qué representa para usted el trabajo legislativo en un momento como el que vive actualmente en México?


MCC: Un reto y un compromiso. Es precisamente en estos momentos de crisis cuando debe haber mayor compromiso con el país. El reto de la próxima Legislatura es aplicarse a atender urgentemente lo que tenemos que hacer y no ser reinas de la simpatía.

Es importante que todos los hombres de bien, al margen de su signo político, empecemos a pensar en serio para actuar de manera comprometida a favor del país, haciendo lo que tenemos que hacer y sin importar si somos o no populares. Este país tiene prisa. Urge.


Ganar no es objetivo, es consecuencia de hacer las cosas bien. Mi padre nunca ganó una elección, pero dime tú si su proyecto fue perdedor.


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