lunes, 31 de mayo de 2010

"están partiendo el mundo por la mitad..."


Un comentario de Moni a una publicación facebookera (una frase de Sabina, de la rola "Eclipse de mar"), lleva de nuevo a considerar aquello leído hace años en algún blog: "La única batalla digna y sublime es la que se entabla por el medio ambiente".

En lo particular, creo que hay otras batallas dignas, pero nuestro distanciamiento de la naturaleza lleva de pronto a una serie de "urgencias ambientales" que exigen acción pronta y decidida... Calentamiento global, polos que se derriten y aumentan el nivel de los oceános, les restan salinidad y generan con ello cambios lentos pero constantes en ecosistemas; contaminación, agujeros en la capa de ozono... La lista es inmensa pero pasa que, como dijo Cocteau, mientras más distante sea la vista de lo que ocurre, menor será la incidencia que tenga en nuestras vidas; la cita, de memoria, se refiere a la mirada de quien viaja en globo y observa cada vez más pequeña a la humanidad, lo cual genera mayor indiferencia.


Así, cuando nos dicen que el agujero en la capa de ozono es del tamaño de Australia, la verdad ocurre que la capacidad de abstracción no da para imaginar esas dimensiones, que sin duda son monumentales, pero quién sabe cuánto... La gravedad es también sin lugar a dudas inmensa, pero la lentitud aparente de los cambios que genera nuestra interacción en el medio ambiente hace que pasen aparentemente desapercibidos... No obstante, algunas veces decimos "llueve en temporada de secas, mucho donde antes no llovía tanto o poco donde antes llovía mucho"... Y esos cambios son consecuencia directa de nuestra irresponabilidad como especie del espacio en que vivimos y cohabitamos.

En nuestro México el tema medioambiental interesa a pocos, y aunque eventos como la Cumbre Climática a realizarse en Cancún ayudan a difundir su importancia, en la vida diaria no trascienden más allá que la falta de agua en algunas colonias o regiones, que se soluciona esperando las lluvias o transportando el líquido de donde lo hay a donde no lo hay, respuestas sin duda útiles al momento pero que no reparan el daño en lo absoluto... Se intenta a la vez concientizar a la población sobre el asunto con campañas de ahorro y uso racional del agua que al no ir aparejadas de acciones coercitivas o punitivas (multas, por ejemplo), caen en la concientización momentánea y ya.

Para muestra, un botón: se suele proponer, casi siempre (y exclusivamente) en época electoral, la eliminación de la tenencia, un impuesto extraño, casi exclusivo de nuestro país, creado para pagar los costes de la Olimpiada del 68 y que tasa con sumas acordes al modelo y al precio de venta, la posesión de un automóvil. Se ha dicho que es inconstitucional, que es injusto, que no se vale pagar impuestos por un bien que ya lleva su cuota de contribución al fisco... Pero, ¿qué pasa si en vez de eliminar la tenencia, la suma de lo recaudado se destina a acciones dedicadas únicamente a paliar los efectos que el uso del automóvil tiene en el medio ambiente?



Por supuesto, no sería nada popular; ergo, la propuesta, por demás populista, nos aleja de la posibilidad de que quienes en aras de un bien particular deterioran nuestro entorno natural, paguen por ello para resarcir el daño a un bien común, la naturaleza. En lugar de esto, seguimos subsidiando las gasolinas, adquirir automóviles se vuelve cada vez más sencillo, las ciudades son diseñadas para que no manejar sea un martirio de ineficiencia y mala calidad de transportes públicos, y un etcétera tan largo como la experiencia diaria de usar el metro, los autobuses y otros medios que no pocas veces representan más un riesgo que una solución.



Se propone entonces que cada vez que un político se pronuncie en contra de la tenencia, se le llame populista e irresponsable, por las razones expuestas líneas arriba y que son, en suma, ¡otras más de nuestras altanerías!

2 comentarios:

  1. "Calderón informó que la tenencia se eliminará completamente el 31 de diciembre de 2011 y que, mientras llega esa fecha, el Gobierno cubrirá el pago de este impuesto a las personas físicas que compren un auto nuevo hasta por un valor de 250 mil pesos" (Fuente: Reforma): POPULISTA E IRRESPONSABLE.

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  2. Gracias Moni...

    En efecto, cuando de recuperar "popularidad" se trata, mucho se vale, aunque se diga que es para "activar el mercado", en detrimento (no se dice) de nuestro entorno común.

    Kundera tiene por ahí una novela, creo que es "La inmortalidad", donde se queja de que se venden automóviles pero nadie te vende el sitio para estacionarlo... La punta del iceberg pues...

    Saludos!!!!

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