jueves, 28 de febrero de 2013

Jueves altanero: un golpe maestro

Foto:eluniversal.com

Algunos (pocos) expertos lo anunciaron desde la prensa unas semanas antes: la relación de Elba Esther Gordillo, lideresa vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), con el Gobierno Federal se desgastaba, se tensaba y llegaba a un punto en el que la ruptura era, si no inminente, sí previsible. Sólo faltaba ese giro de tuerca que ocurrió el pasado lunes por la tarde, cuando a cuentagotas primero, y ya con confirmación y faramalla oficial después, la certeza de su detención era un hecho que se celebrara por la opinión pública, en las redes sociales, en los noticieros y entre quienes han hecho de la educación una bandera que encontró un enemigo que durante décadas pareció intocable.

El movimiento en el tablero político fue excepcional: sin rumores previos ni señales que dejaran en claro la posibilidad del arresto; sin filtraciones de ninguna índole que pudieran entorpecer las investigaciones y su desenlace; saldando una cuenta pendiente con la sociedad harta del descaro, del cinismo y presa desde hace años de la animadversión que generó una exhibición impúdica de lujo, de abuso y de poder absoluto; demostrando que si bien el "debido proceso" dio la libertad a una secuestradora capturada en flagrancia, también la justicia es capaz de ir por quien ha dilapidado los recursos del magisterio nacional... En resumen, una corona en la cuenta de los primeros 100 días de gobierno: el nuevo gobierno al rescate de la educación nacional y de igual modo capaz de destronar a cualquier poder fáctico que compita por algún tipo de hegemonía.

Lo anterior, en lo que respecta a la opinión pública. Hay, por otra parte, lecturas del arresto de Gordillo que pueden interpretarse como señales que parecieran marcar la pauta del actuar gubernamental. Enlisto las que me parecen más interesantes:
1) Junto con la detención de los opositores al nuevo gobierno el 1 de diciembre pasado, la aprehensión de Elba Esther se suma a un mensaje de mano dura que, sin hacer uso de un lenguaje de confrontación, actúa de manera eficaz contra quienes pretenden oponerse a la agenda gubernamental, ya sea en las calles o desde cotos de poder –sindicales o no– construidos a lo largo de los años. 


Foto: starmedia.com

2) Durante los meses previos habían sido ventilados varios escándalos minúsculos que hasta el momento no han tenido mayor consecuencia que, a mi parecer, un mensaje claro: "sabemos lo que hicieron". Entre esos "destapes" están a) las deudas de los estados; b) los permisos ilegales a casinos; c) el inicio de las investigaciones por la Estela de Luz; d) la reyerta de los comisionados del IFAI, entre otros. Caso por caso, esta suma de advertencias frenan cualquier intento de a) gobernadores que intenten erigirse como poder absoluto en sus estados, tal como se hizo en el sexenio anterior; b) y c) ex funcionarios que tengan en su pasado algún mal manejo de recursos, acto de corrupción o ilegalidad; d) intrépidos que busquen acotar o poner en tela de juicio el quehacer del actual gobierno. Con el arresto de Elba Esther se cierra a la perfección esa pinza que, en pocas palabras, afirma: el gobierno tiene los archivos, tiene la información y está dispuesto a usarla, en pleno ejercicio del poder.  

3) Desde hace décadas el PAN ha visto casi con impotencia y sin saber cómo reaccionar, el modo en que otras fuerzas políticas toman como propias las banderas que ese partido defendió desde su fundación: el combate a la pobreza es ahora causa de López Obrador, sea o no efectivo en sus acciones para paliarla de manera efectiva (el PRI intenta arrebatarla con la Cruzada contra el hambre, y lejos queda la efectividad real de programas como Oportunidades); el rescate del campo poco a poco toma importancia para la actual administración, aunque en los hechos aún esté a años luz de conseguirlo; la pelea del panismo con Fox incluso hace tambalear la bandera de la alternancia democrática y, con el arresto de Elba Esther y el impulso que cobra el tema de la reforma educativa propuesta por el Gobierno federal, es muy probable que, más allá de los resultados deseables, la opinión pública asuma la capacidad (cierta o falsa) priísta para reformar la educación y la incompetencia del PAN para hacerlo, pues los avances de los dos sexenios pasados se vieron obstaculizados por la voluntad del SNTE. Eliminado el obstáculo, independientemente de lo que se logre en el tema de mejorar la calidad de la educación, el aplauso cobra proporciones históricas y el PRI hace suya la bandera de la enseñanza.


Foto: educacionyculturaaz.com


4) Un PRI que se anunció como nuevo, que está lleno de nombres viejos pero que ostenta un rostro fresco y distinto, sigue las prácticas vetustas que antaño le ayudaron a perpetrarse en el poder. La "dictablanda" queda lejos del imaginario colectivo y de la memoria de los más jóvenes, que sólo alcanzan a percibir a un gobierno efectivo, tenaz y decidido a "hacer los cambios que el país necesite", y que serán los que voten en los comicios de 14 estados a realizarse este año.    

5) Llama la atención el hecho de que, al no aprobarse las reformas necesarias, o al aprobarse de manera incompleta, la única forma de restar poder al sindicalismo corrupto es por la vía vertical, la de la fuerza y la imposición. Así ocurrió con Luz y Fuerza durante el sexenio calderonista, así ocurre con el SNTE en estos días, con la salvedad de que resultaría absurda la movilización masiva de maestros para defender a quien lucró con su dinero y lo utilizó para su beneficio personal; es decir, es muy probable que el magisterio le dé la espalda a su lideresa o su respaldo no sea por manifestaciones en las calles sino a través de declaraciones y comunicados de la cúpula sindical. Lo contrario sería absurdo, aunque ya sabemos que en muchos temas de la vida pública  nuestro país suele rondar precisamente en el absurdo. Respecto de la incapacidad legislativa de antaño y actual para corregir el problema sindical, en días pasados hubo un tuit del periodista Gerardo Galarza en el que destacaba que, estando las leyes como están, un sindicato puede decidir de manera democrática no ser democrático y esa decisión no puede cuestionarse: hace falta un marco legal que garantice que defenestrar un liderazgo no es abrir la puerta para que otro llegue a repetir las mismas prácticas, y por ende a caer en un círculo vicioso del que los más afectados son los alumnos, a quienes se les arrebata la posibilidad de contar con una educación que los prepare para enfrentar un mundo global, competitivo y, en no pocos aspectos, voraz.

6) Si el inicio del sexenio ha estado marcado por sucesos que denotan la incapacidad gubernamental por garantizar el Estado de derecho en diversos e importantes puntos de la República (Lerdo, Torreón o Acapulco), a lo que se suma la presencia de grupos de ciudadanos de "autodefensa" y tribunales populares a mano alzada en distintas comunidades de Guerrero, Tabasco, Chiapas y Michoacán, el arresto de Elba Esther cambia los titulares contra Gobierno federal para que, en primer lugar, sea "la maestra" la nota negativa y, como complemento, sea la autoridad quien goce del aplauso popular. 


Puede el lector, al final, añadir a esta lista los puntos que guste. Lo cierto es que el arresto de Elba Esther se trata, sin duda, de un golpe maestro.

1 comentario:

  1. ya lo compartí!! muy claro, muy lúcido. aprovecho para un saludo Carlos querido!

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