miércoles, 4 de mayo de 2011

Michel Onfray: altamente altanero




Guardaba ya varios de sus libros, editados todos por Anagrama, pero aún sin tiempo ni decisión para ahondar en ellos.

Me decidí cuando hace unas semanas encontré en la mesa de novedades uno llamado Política del rebelde. Tratado de la resistencia y la insumisión. El título me atrajo de inmediato, y comparto los subrayados que quedaron tras una lectura que a cada página me hacía abrir los ojos con el asombro que deja un gran hallazgo, lejano a mucho de lo leido pero cerca de lo que ha madurado en los últimos años.

Van pues los fragmentos, que agrupé en los siguientes subtemas:

1) Sobre el individuo vs. la masificación;
2) Sobre la religión económica;
3) Sobre el yo;
4) Sobre el humanismo;
5) Sobre el poder;
6) Sobre la estética.

Son, en conjunto, una invitación para ahondar en un autor que cae en la nominación de "altamente altanero".



SOBRE EL INDIVIDUO VS. LA MASIFICACIÓN

"En estos mundos en los que triunfa el culto de los ideales, de universales generadores de mitologías –totalitarias o democráticas–, el individuo pasa por ser una cantidad despreciable. Únicamente se lo tolera y celebra cuando pone su existencia al servicio de la causa que lo supera y a la que todos rinden culto".


"Hay que instalarse más allá de todas las consideraciones jurídicas que serían válidas para los grupos y sólo para ellos, en detrimento de las individualidades que los componen. Allí donde los realistas legislan para el hombre en general, para el sujeto de derecho, el nominalista prescribe lo que permite estar lo más cerca posible de las individualidades, la particularidad, definidas en sí mismas y no en relación con una totalidad en la que fundirse. Al centrar su interés en el individuo, el nominalista evita la producción de juridicidad en todo, a propósito de todo, en todas las ocasiones, para todas las circunstancias. El exceso de derecho mata el derecho".


"Toda negativa a poner la política al servicio del individuo, acompañada de la empresa inversa de someterlo permanentemente a aquello que lo digiere, todo eso actúa como nuevos golpes de pico y pala que aumentan el tamaño del agujero negro que describe Primo Levi".



SOBRE LA RELIGIÓN ECONÓMICA

"El trabajo debe ser sufrimiento para los que lo tienen y maldición para lo que no lo tienen. De esta manera se impone la ideología dominante del ideal ascético: los que lo padecen carecen de medios para escapar de él y los que lo desean carecen de la posibilidad de acceder a él. Mientras tanto, todos sufren por él y para él".


"Terminar con esta religión de la economía que hace del capital su Dios y de los hombres sus simples devotos... Por eso es necesario promover un ateísmo en esta materia, al menos confinar la economía en los límites estrictos de los medios, nunca en los fines. La economía ha de servir ella misma y dejar de exigir que se la sirva. Para ello tiene que someterse a lo político, cuando lo cierto es que desde hace demasiado tiempo la política actúa como sierva de la economía".


"La sociedad sin clases equivale a una ficción, no sólo imposible, sino tampoco deseable. ¡Que se multipliquen las diferencias! Y, en la medida de lo posible, que se las estimule, naturalmente. Pero no las desigualdades, esto es, la explotación económica de esas diferencias".


"Los economistas han tomado el relevo de los teólogos a la hora de hacer la ley. El desencanto del mundo se debe al abandono de un principio, la divinidad, en provecho de otro, la riqueza, aunque de hecho sigue triunfando el ideal ascético, que, sean cuales sean los dioses a los que se destinan los sacrificios, reclama con el mismo frenesí la perpetua, legitimada y justificada expiación que es el trabajo".


"A los ojos de los defensores del economismo, es delito de lesa majestad cuestionar la verdad del dogma. Su argumento supone siempre que la ignorancia que se tiene de los delicados engranajes de la economía es tanta que impide decir nada con fundamento sobre el tema, como si, para tener derecho de ser ateo, hubiera que ser antes doctor en teología".


"Sin espíritu de resistencia que se oponga, el totalitarismo de un pensamiento uniformizado, una economía monoteísta y el fin de la historia terminarán por imponer rápidamente su ley, haciendo realidad una dictadura incomparable con ninguna otra del pasado".


"La técnica no es buena ni mala en sí misma; su uso es lo que determina su excelencia o no. Desde este punto de vista, hay que recibir de buen grado y desarrollar todas las nuevas tecnologías que permitan economizar, o directamente evitar, todos los sacrificios de la dignidad a los que en el modo de producción capitalista se consiente en general. El sometimiento de la máquina no sólo al interés del propietario que tiende exclusivamente a su provecho y su beneficio, sino también al alivio de las tareas, incluso la disminución del tiempo de trabajo, la reducción de los trabajos penosos e incluso su total desaparición supondría una ética interpuesta entre el maquinismo y la producción ciega; y cada triunfo de esta ética equivaldría a un retroceso de la ideología de los devotos de la religión del capital".


"Trabajar menos, mejor y de otra manera, distinguir entre el ingreso y la cantidad de trabajo, todo eso debe tender a una economía puesta al servicio de los hombres y de su liberación, de su reapropiación de sí mismos. Es imposible expresar mejor la posibilidad de un proyecto político hedonista en el que la economía se convierta en fuerza positiva y no en esa ciencia de lo lúgubre que es siempre en su modalidad liberal".


"La fuerza se distingue de la violencia en que la primera sabe a dónde va, mientras que la segunda se somete a las pulsiones salvajes que la habitan. El capitalismo es una violencia, la política es una fuerza. Y ésta constituye el único remedio válido para aquél".



SOBRE EL YO

"Emancipado de todo ataque escolástico y teológico, el individuo que se presenta en Mayo del 68 se define menos por su relación con el trabajo, la familia, la patria, la sociedad y el Leviatán, que por la relación consigo mismo. La autonomía, en sentido etimológico, es decir, la capacidad de ser para sí su propio fin, su propia causa y su propia razón, aparece como la búsqueda esencial de todo individuo que se sienta involucrado por los acontecimientos de esta época".


"Es una alegría encontrarse ante uno mismo, sin la obligación de determinarse con relación a un tercero. Pero para quienes no se preocuparon por dar contenido a esta forma vacía, el acceso a la nueva identidad fue más un motivo de vértigo, de aturdimiento e incluso de náusea, que de goce. Algunos no se recuperaron nunca".


SOBRE EL HUMANISMO

"El humanismo de los derechos del hombre actúa de acuerdo con el principio de una máquina de captar las energías revolucionarias con el fin de transformarlas en compasión, simpatía, condolencia y otros sentimientos que eximen de atentar contra el orden del mundo, pese a ser precisamente ese orden el origen de las miserias sucias".


"El anuncio de la muerte de Dios que lanzó Nietzsche y el de la muerte del hombre que pronunció Foucault dejan el terreno expedito para un nuevo nacimiento en el que el humanismo y los derechos del hombre desaparecen... La exaltación de Dios y la divinización del hombre no han producido realmente otra cosa que alienación y sometimiento, empobrecimiento, menoscabo de los individuos, su sacrificio en los altares de leviatanes multiplicados".


"Se puede trazar con un dedo febril el perfil de una nueva figura: el individuo soberano. La muerte del hombre y la superación del humanismo adquieren sentido en esta perspectiva del reino de la nueva figura... Dirigir las fuerza reactivas hacia las cristalizaciones humanistas que reivindican más decencia, justicia, consideración, dignidad. Sin embargo, se contentan con proclamaciones de buenas intenciones, impidiendo ir más allá, mediante la operación y método genealógicos, para descubrir de dónde vienen esas miserias, de dónde provienen esos dolores, de qué fuente emana esa negación, cómo se podría atacar el problema en su raíz, que es donde los nietzscheanos querrían tomarlo y no en su extremo, que es donde se instalan los humanistas. La compasión sigue siendo una virtud inoperante, incluso acompañada de la caridad, toda vez que la subversión supone una fuerza activa, sobre todo cuando es completada con la acción".


"El conjunto, más allá del rostro de arena, descalificando el humanismo y superándolo, describe, funda y estructura un tipo de humanismo nuevo, un superhumanismo libertario que ya no instala en su centro al hombre castrado, sino al individuo liberado".


SOBRE EL PODER

"Nunca el disfrute del poder que se ejerce sobre otro se expresa en la desnudez de su mero ejercicio, de su puro y simple ejercicio. Siempre se justifica en virtud de universales, de trascendencias que exigen y necesitan, para bien de quienes los sufren, lo Justo, lo Verdadero, lo Bello, la Ley, el Estado, el Saber, el Orden, la Seguridad, el Derecho, la Moral y otras mitologías con las que se perpetúan los sometimientos".


"La Boétie escribe: 'Decidíos a no servir, y seréis libres', ¿cómo se puede no tomar la decisión y persistir en el servicio? Por miedo a la libertad. Por temor a tener que elegir, inventar, querer, por pereza intelectual, por incapacidad de la voluntad cuando todo se ha hecho para mantener limitado el espíritu crítico gracias a las técnicas de alienación, servidumbre y descerebración que las sociedades de hoy toleran".


"El Libertario brilla ante todo en el arte de sacar a la luz el poder allí donde se encuentre, circunscribirlo, rodearlo y esquivarlo a semejanza de los especialistas en aikido, que evitan las energías negativas y saben también devolverlas contra quienes las han desencadenado y buscado. Detectar, ver, detener, desviar; el fin es siempre evitar que tanto la dominación como la servidumbre, tanto la obediencia como el sometimiento".


"La lección cínica no ha perdido actualidad: ensañar la desnudez del rey... Cínicos son los rebeldes que ponen su orgullo por encima de prebendas que ofrecen la colaboración con los poderes establecidos, cínicos son también los rebeldes que ponen el pensamiento al servicio de la insumisión antes que al de las fuerzas que desvitalizan al individuo, y cínicos son, finalmente, los que oponen el saber al poder a modo de contrapoder".


"El libertario se muestra también como romántico, pues se sabe envuelto en una lucha de titanes en la que lo perderá todo, salvo el honor. No hay ninguna duda acerca del resultado: ningún sacrificio individual será suficiente para cambiar el curso de la historia de manera duradera y definitiva. Nada invierte la naturaleza trágica de lo real y la permanencia de las luchas violentas por el poder. Al menos, con ayuda de la elegancia, el libertario puede exhalar su último suspiro con la satisfacción de haber realizado su tarea hasta el final, pese a todas las dificultades".


"Allí donde el mundo guerrero y las violencias sociales viven a base de solemnidad, seriedad, seguridad, comunidad, brutalidad, cientificismo, sociologismo y contrato, el libertario propone la actividad lúdica, la libertad, el individuo, el romanticismo, lo trágico y la estética generalizada".


SOBRE LA ESTÉTICA

"Artistas son los familiarizados con el no, mientras que los otros, los que consienten, son criados".


"Allí donde circula el dinero es menester promover flujos de cultura crítica. Cuando reinan los capitales flotantes se debe erigir el saber como poder y socavar lo social a fuerza de lucidez, de crueldad conceptual, de violenta luz intelectual".


"Producir fuerzas que oponer a las violencias que nos gobiernan".


"Un pensamiento que no tiende a la acción ni la desee carece por completo de interés... La invitación marxista a dejar de contentarse con interpretar el mundo para intentar actuar sobre él conserva aún su actualidad".


"...cambiarse a sí mismo es cambiar el orden del mundo. Así las cosas, el devenir revolucionario de los individuos parece ser el único camino para inyectar resistencia y antifascismo, rebelión e insumisión allí donde triunfan los modos autoritarios. De manera que la revolución resulta menos molar y monolítica, centralizada y jacobina, que molecular y difusa, plural y multifocal".


"El arte escapará al mundo liberal cuando entre en el deseo libertario como se entra en la resistencia, esto es, rechazando que la energía del devenir revolucionario de los individuos se recicle en rastros espectaculares, en fetiches dignos de ser expuestos, comentados, propuestos a la mirada vacía de los grandes devoradores de imágenes que han perdido por completo la sensibilidad gustativa".


"La estética generalizada proviene de las invitaciones de Henri Lefebvre a definir un nuevo romanticismo revolucionario concentrado en el arte de producir situaciones, la voluntad de promover una teoría de los momentos, reforzada en una pragmática que ensalce los actos y las acciones destinadas a poner cada vez más en evidencia el desacuerdo entre el individuo, embriagado de libertad, y el mundo liberal, devorador de sustancias vitales singulares".



No hay comentarios:

Publicar un comentario