martes, 8 de febrero de 2011

SOBRE CHISMES POLÍTICOS Y PERIODISTAS




Algunas consideraciones (por supuesto, altaneras) sobre la noticia del despido de la periodista Carmen Aristegui por violar el Código de Ética de MVS, que el lunes pasado llenó el espacio de las redes sociales...


1) No es la primera vez que escucho un rumor respecto del Presidente Felipe Calderón: que si tiene una amante, que si vive deprimido, que si lo tortura su pasado, que si se peleó con su padre y luego con su amigo Castillo Peraza; ahora, que es alcohólico...

Por fortuna, todos estos rumores corresponden al ámbito personal, es decir, ahí donde ni la prensa ni la opinión pública tienen derecho a opinar (alguno, con gusto, dirá: "yo opino de lo que quiero"; ande pues, opine entonces) y donde en lo que a mi respecta me tiene sin cuidado lo que haga cada quien. Es decir, de la puerta de su casa para adentro, cada quien su vida. Lo que a mi me interesa es que el país avance, que se viva en calma, que el Presidente cumpla lo que prometió en su campaña y por lo que fue votado: es decir, para gobernar.

Por cierto, el rumor del alcoholismo lo he escuchado y leído también de panistas que se rasgan las vestiduras en cuanto encuentran la paja (o suponen que la encuentran) en el ojo ajeno: la doble moral tan característica de los que predican "superioridad moral" –que Joaquín Sabina tan bien retrató en canciones como "Doble vida", "El blues de lo que pasa en mi escalera"– y que suelen tener también su colita para pisarles, basta encontrarla.


2) Mdme. Aristegui invocó, para sustentar sus dichos, en primer lugar: la manta expuesta por el diputado Noroña, logrando así transportar el desvarío tan frecuente de éste a la exigencia de aclarar por parte del acusado las imputaciones que se ostentan en una manta (las pruebas reducidas a lo que dice una manta), de las cuales, por cierto, no hay prueba fehaciente; como bien afirma Ciro Gómez Leyva, Felipe Calderón jamás ha aparecido en estado inconveniente en un evento público y, me consta, su agenda comienza casi de madrugada y termina ya entrada la noche –la agenda diaria del Presidente puede consultarse en www.presidencia.gob.mx–; como bien sabemos, no hay cruda que resista a un ritmo de vida como el que lleva el Presidente (y el que esté libre de cruda, que que la primera manta, Claus dixit).

La segunda fuente de Mdme. Aristegui son las redes sociales, donde, asegura, se corre el rumor del alcoholismo del Presidente, por lo que entiendo que también debería investigarse si Michael Jackson está vivo o no, si en los cines se están poniendo agujas infectadas con sida en los asientos para contagiar a los incautos, y otras leyendas iguales o peores que suelen esparcirse y que encuentran eco inmediato en algunos de los cientos de millones de usuarios de Facebook o Twitter.

El tercer argumento de Aristegui es que en las democracias civilizadas este tipo de problemas se investigan por médicos autorizados, sólo que olvidó mencionar que en las democracias civilizadas también hay que presentar pruebas fehacientes para hacer acusaciones como la que ella hizo, de lo contrario, el calumniador puede ser penado económica e incluso penalmente. Para mayores referencias, remitirse al último párrafo del punto primero de este alegato.


3) En las últimas semanas, diversos periodistas de cierto prestigio, como Joaquín López Dóriga (caso JJ) y Carlos Loret de Mola (caso Kalimba), han sido cuestionados por su modo de trabajar, es decir, por entrevistas mediocres, tendenciosas y que lejos de buscar obtener información imputan acusaciones como si ellos fueran los encargados de impartir justicia.

Sin caer en el extremismo foxiano (aquello de que a los medios ni los leo ni los oigo), y ante la poca calidad de mucha de nuestra prensa, desde hace años entendí que hay una gran diferencia entre informar y editorializar, por lo que decidí que, en una nota, más allá del qué, quién, dónde, cuándo y porqué, lo demás es basura que o no leo u olvido de manera instantánea. Tome el consejo quien guste dejar de llenar su cerebro de información "de relleno".

Por cierto, el periódico Excélsior, en su suplemento "Código Topo", publicó una frase sobre la que vale la pena reflexionar: "En un país donde se trata a los delincuentes como artistas y a los artistas como delincuentes, no es de extrañar que perdamos de vista lo que es realmente importante".

Y una duda adicional: ¿cómo le hacen los presentadores televisivos para obtener "exclusivas" con personajes que están bajo arresto?


4) Si hoy día, como afirmó Gilles Lipovetsky en La era del vacío, hay una cruzada mundial a favor del "puritanismo de la salud", y se corretea de manera infame a los fumadores de tabaco, pues entonces también debería existir un símil en cuanto al alcohol se refiere: no es mentira que mucha gente de oficinas de gobierno de cualquier signo se va a comer y vuelve "bien servida" a despachar asuntos de orden público.
Propuesta: dado el poder intimidatorio del alcoholímetro, se sugiere instalarlo en las puertas de las oficinas de gobiernos de todo signo para también estar seguros de que éstos sean espacios "libres de alcohol", y todo siga siendo tan puro como se pretende. Como medida adicional, en cuanto algún burócrata sea sorprendido en flagrancia, llámese a la prensa para asegurar un espacio en la edición del día siguiente.


5) Diversos comentarios leidos respecto de este devaneo "periodístico" han imputado la extracción "izquierdista" tanto de Noroña como de Mdme. Aristegui. Para esclarecer la auténtica dimensión de este calificativo recomiendo los libros El desencanto, de José Woldenberg, y Entre el pasado definitivo y el futuro posible, de Gilberto Rincón Gallardo, pues llamar izquierda a lo que es una horda de provocadores es caer en la provocación de llamar izquierda a una horda de provocadores que quieren provocar ser llamados de izquierda cuando sólo son una horda de provocadores... Esta figura se llama "círculo vicioso" y es una de las trampas de la lógica, es decir, un sofisma, de esos que Sócrates denunció y que al final le causaron la muerte.


6) Ante casos como el de la irresponsabilidad de los medios de información no puedo evitar evocar a mi padre y su actitud durante los últimos años de su Presidencia del PAN, así como los de la campaña por la Jefatura de Gobierno del DF, en 1997, cuando mando "a la chingada" a la prensa, cosa que sin duda a algunos no les cayó muy bien, que fue políticamente incorrecta pero que en situaciones como esta me recuerdan la frase de algún comercial viejo que decía: "qué razón tenías..."


¡ ... SALUD... !

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