Descubrí la obra
de José María Pérez Gay a través de su novela Tu nombre en el silencio (Cal y Arena, 2001), un relato extenso
pero ameno, con tintes autobiográficos y que retrata la Alemania de los años
sesenta del siglo XX en la vida de tres estudiantes latinoamericanos que cursan
los años universitarios en la ciudad de Berlín.
En lo personal, el libro fue un hallazgo
literario de esos que no solamente se conforman con narrar una historia que
mantiene atrapado al lector sino, además, le introduce a un mundo que, para el
caso de esa novela, es la literatura alemana o, para ser más precisos, en
lengua alemana, porque uno de esos descubrimientos fue el vasto e inmenso
universo de las letras escritas en alemán, más allá de las fronteras
geográficas y con aquel idioma como un aglutinante de pueblos, culturas y razas
dispersas.
La cuestión de esa unidad ha sido compleja a lo
largo de la historia y ha padecido la ambición de los hombres, entre guerras,
genocidios y atrocidades que distan de ser exclusivas del siglo pasado. Sin
embargo, la obra de Pérez Gay resultó ser una puerta de postigos altos y
ensanchados, que abrió paso a uno de los poetas que acompaña como una presencia
constante la trama de Tu nombre en el
silencio: Paul Celan (el título del libro nace del verso de Rilke: “Cómo
has podido dejar tu nombre en el silencio” (referencia de Arnoldo Kraus en Nexos, abril de 2001)).
Acceder a la obra de Celan no era sencillo. Las
traducciones de la editorial Hiperión eran difíciles de hallar pero ahí
estaban, en los anaqueles pequeños y cada vez más reducidos que las librerías
dedican a la poesía. Fue en la Cafebrería el Péndulo (que este año cumple 20 de
contar con un catálogo exquisito) donde me encontré los tomos Amapola y memoria y De umbral en umbral. Más tarde, la edición de sus obras completas publicadas
por Trotta, así como la biografía del vate rumano (Paul Celan. Poeta, Superviviente, Judío, de John Felstiner) y su correspondencia con su mujer,
Giséle, pasaron a formar parte de los libros de cabecera. El hallazgo de Celan
fue, empero, el de una voz que se alza en medio de la barbarie. Poesía
sobreviviente que debe remar contra el flujo de una existencia que ya ha sido
testigo de la barbarie, del holocausto, y ante la que la palabra se convierte
en una frágil tabla de salvación que se resiste a sucumbir.
Paul Celan |
De igual modo ocurre con la literatura austriaca de finales del siglo XIX
y principios del XX, otra de las puertas que Pérez Gay abrió a los lectores
mexicanos: su ensayo El imperio perdido (Cal
y Arena) es el retrato del auge y la decadencia, en apenas un par de décadas,
de una de las potencias que sucumbirían ante la primera guerra mundial,
llevando al exilio a escritores como Herman Broch, Robert Musil, Karl Kraus,
Joseph Rot y Elías Canetti, todos puntales en la historia de la literatura,
cada uno náufrago de una patria que jamás logró una unidad cultural estable
pero que por la pluma de estos autores logró construir una de las tradiciones
más sólidas y perdurables de las letras universales.
Acercarse a la historia del siglo XX a través
de la obra de José María Pérez Gay es una forma de llevar a la práctica ese
llamado de Walter Benjamin que impele a retratar el mundo no desde las hazañas
y las glorias de los vencedores sino, por el contrario, desde aquellos que
padecieron la derrota, que sufrieron la humillación, el exilio y las
trashumancia que es obligada y, al final de cuentas, resignada acción de
sobrevivencia. Acercarse a la obra de Pérez Gay, fallecido el pasado 26 de
mayo, es la posibilidad de asombrarse ante la riqueza de autores que
transgreden y derrumban fronteras para sumarse, con esa riqueza y diversidad de
voces, a la patria de la literatura universal. Es asimismo, el encuentro con un
gran novelista, con traductor puntilloso, con un inmenso intelectual.
Hace mucho tiempo por azares del destino una hermana llevo a casa el de Llamadas Nocturnas hizo un análisis y de pasadita le di una lectura rápida creo que retomare sus novelas para compartir este gusto.
ResponderEliminarEse no lo conocía: gracias por la recomendación... La novela "Tu nombre en el silencio" es garantía!
EliminarAcabo de pedir esos dos libros, espero sumarlos a mi incipiente lista libros devorados...
ResponderEliminarYo los disfruté muchísimo, todos los que se mencionan, que fueron llegando uno tras otro, "concatenados"... Saludos!
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