miércoles, 27 de julio de 2011

Comentarios a los comentarios de un expresidente (o ayúdate que te ayudaré)

(imagen: orbitcast.com)

Ahora sí, ni cómo hacerle... 
El expresidente Fox habló duro, se fue repartiendo ganchos verbales a diestra y siniestra, más cerca de la diarrea y la incontinencia verbal que del análisis crítico que se esperaría de cualquiera que tuvo el honor de servir a su país como titular del Ejecutivo.
En entrevista con un diario ¡boricua!, llamado El Nuevo Día (que retoma el periódico Reforma), el expersidente afirma: "Creo que el cambio en el régimen ha sido de fondo y no va a haber una regresión aún (sic) con el triunfo del PRI"... "Hoy los mexicanos entendemos y valoramos nuestra democracia. Si el PRI regresa al poder, como sinceramente creo que sucederá, será porque ha aprendido su lección. Hay una nueva generación de priistas cuyos miembros crecieron en un ambiente democrático, Enrique Peña Nieto pertenece a esa generación".

A mi me perdonará don Vicente, pero al menos en el plano de lo local, si bien no hay regresiones democráticas porque en muchos lados ni siquiera ha habido avances, es clara la poca o nula democracia que existe. Y entendiendo por democracia, por supuesto, un concepto que no se limita simplemente a ejercer el voto sino más bien a una cultura enraizada en la vida diaria de la sociedad.

Para muestra sólo asómese a los recientes procesos electorales de Coahuila o del Estado de México para constatar cómo, sí, el voto se respeta el día de la elección, pero va antecedido por campañas en las que el uso indiscriminado de recursos (que nadie sabe de dónde proceden y que a todas luces superan los límites establecidos en la ley), el reparto de despensas, tinacos, refrigeradores, lavadoras, costales de cemento y un larguísimo etcétera, la compra de credenciales de elector e incluso la intimidación el día de las elecciones para votar por algún candidato, son práctica común.

(Yo me pregunto por qué si en el Estado de México y en otros sitios esto es tan evidente, nadie demanda, interpone quejas, inconformidades y todos esos mecanismos jurídicos encaminados a denunciar las irregularidades; pero bueno, ese es otro tema).

En fin, el punto es que ni de fondo ni de forma: no hay un cambio como el que Fox imagina, por allá, encerrado entre las piedras de su ranchito guanajuatense. Tampoco creo que, a la luz de las mañas mencionadas, el PRI haya aprendido más lección que la de lo importante que es recuperar el poder a toda costa. Bueno, rectifico; sí aprendió una lección, y fue la de la importancia que, ante el vacío democrático a nivel estatal, tienen los gobernadores que aún conservan, y que cada vez son más.

Lo de la "nueva generación de priistas que crecieron en un ambiente democrático" a la que pertenece el actual gobernador del Estado de México, bueno, ahí sí ya no sabría decir si el aislamiento ha dañado la capacidad de percepción del expresidente o si, por el contrario, se apela a lo de "no hay más ciego que el que no quere ver".

Si Fox cree que el PRI no representará en el futuro un regreso antidemocrático, que abra sus periódicos de hace un par de semanas y vea la paliza que le propinaron las hordas pagadas por el gobierno priista de Yucatán a quienes se manifestaban contra la construcción de un túnel en una tierra donde escarbar sólo puede hacerse con dinamita debido a las características del terreno. Y si como dijo alguna vez (quizá con justicia), que a los medios ni los oye ni los ve, pues que le pregunte a sus amigos peninsulares cómo estuvo el asunto para ver qué opina.


La siguiente declaración responde a la pregunta de "¿Por qué el PAN no tiene aún un candidato capaz de enfrentar a Peña Nieto?", a lo que don Vicente comenta: "No es un problema de candidatos, sino de partido. Mi juicio es que el PAN no ha hecho su tarea"... "Un partido político tiene que estar activo cuando hay elecciones y más activo aún cuando no las hay. Al PAN se le ha hecho tarde y ahora se asocia con quien no debe asociarse: con el PRD, representante de una izquierda desdibujada, sin sentido, sin norte".

Ahí sí hay que aplaudir a Fox, porque eso de permanecer impávido durante el tiempo de gobierno, o trabajar pero ser incapaz de comunicar a la ciudadanía los resultados, y luego aparecerse en tiempos electorales a pregonar cuanta cosa se les ocurre, es el camino directo no sólo a la derrota sino además al descrédito del partido que busca solucionar todo en el último momento. 

Lo de las alianzas es también tema a considerar, pues si bien han traido victorias al PAN hay que ver cómo se las gastan ahora los candidatos que respaldó: ¿representan de verdad el ideario del panismo o simplemente aprovecharon el tren de la estructura para llegar al poder e ignorar después (e incluso ayudar a debilitar) a quienes los apoyaron?

A continuación, viene una de esas perlas que no se pueden dejar de mencionar. Fox acusa que hay panistas que han intentado censurarlo, y comenta: "Es verdad que hay muchos panistas que dicen: 'que ya se calle ese pinche Fox, que todo el día dice pendejadas', pero para mí es fundamental el tema de la libertad y si no empiezo conmigo mismo, a decir las tonterías que se me ocurran, a decir lo que pienso, si dejo que me callen desde la Presidencia o desde mi propio partido, estoy perdiendo mi libertad".

En lo personal, me encanta que los políticos declaren cuanta cosa quieran y jamás atentaría contra la libertad que tiene cada quien para decir toda estupidez o idea genial que le viene a la mente; es más, coincido en que la Constitución garantiza a todo ciudadano ser todo lo imbécil o todo lo genial que quiera durante todo el día o sólo unas horas, da igual siempre y cuando lo haga en el marco de la ley.

Que bueno que el expresidente sea el primero (y por supuesto no el único) en poner el ejemplo; este blog cuenta incluso con una sección llamada "Moralejas de Preprecampaña", de publicación quincenal, que trata de extraer las enseñanzas de toda la libertad de estos tiempos.

Antes de concluir con una ingeniosa comparación entre los refrescos y los partidos políticos (politólogos y analistas, ríndanse: no busquen otra ciencia que el hilo negro ha sido hallado), Vicente Fox declara que está a favor de la legalización de las drogas y que "reprueba la política de combate al narcotráfico emprendida por el Presidente Felipe Calderón", y a mi me encantaría saber si tan a favor está de que las drogas sean legales, por qué no hizo nada en seis años ya no para legalizarlas, que es mucho decir, sino al menos para poner el debate sobre alguna mesa que no fuera la suya (y la verdad, dudo mucho que sus comidas familiares estuvieran aderezadas con esas sal).

"Para cerrar la entrevista, el periodista del diario boricua le preguntó a Fox qué prefiere tomar, si Coca Cola o Pepsi, a lo que el ex Mandatario dijo que cualquier refresco es bueno... 'Igual que PRI o PAN, lo importante es que sirva'".

Ante lo que desde este espacio sólo podemos pronunciar un solemne y gregoriano: Améeeeeeeeen.

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