Sumido desde hace algunos años en estudiar el movimiento romántico alemán, los hallazgos han sido asombrosos, incluso suficientes para entender que aquel festejado volumen de Isaiah Berlin, Las raíces del romanticismo, no profundiza en lo rescatable del movimiento, sólo intenta denostar a partir de las connotaciones políticas del tema, sin hacer un rescate íntegro de las múltiples facetas de una etapa de la historia del arte alemán del que hoy todavía queda mucho por aprender. (En algún curso sobre Humanismo y política decía que era necesario rescatar aquella frase sesentaiochera de "la imaginación al poder"... intento romántico, sin duda).
En esa búsqueda me topé dos novelas de clarísima actualidad que retratan ese movimiento, por supuesto, en un estilo mucho más cercano a nuestro tiempo pero que rescatan con gran tino el espíritu de aquellos años que, a decir de Kundera, representó la última generación que conocía su entorno de tal manera que era posible que cada quien solucionara los problemas cotidianos de la vida; es decir, hoy, si la compu falla, hay que llamar al técnico, si el refri falla, el riesgo de meterle mano es que una fuga de gas y una chispa accidental haga del regreso de las vacaciones algo muy parecido al Fight Club...
Las dos novelas son El viajero del siglo, de Andrés Neuman (Premio Alfaguara 2009) y El árbol mágico, de Peter Sloterdijk (Seix Barral)... ¡Que las disfruten!
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